Pastor Héctor Iván Patiño.

Cartagena, Colombia – Desde las calles violentas de Bucaramanga hasta convertirse en un pilar espiritual y social en la región Caribe, la historia del pastor Héctor Iván Patiño es un poderoso testimonio de redención, fe y servicio comunitario.

Nacido en Bucaramanga, Colombia, el pastor Patiño vivió una infancia marcada por el dolor: su padre ciclista falleció atropellado por un camión del ejército, un hecho que lo llevó a involucrarse desde muy joven en pandillas y drogas. Buscando escapar de ese oscuro camino, ingresó al servicio militar. Posteriormente trabajando en una compañía de democión se cayó de un quinto piso dejándolo en silla de ruedas. Tras una larga recuperación física y espiritual, emprendió la búsqueda de Dios. Aunque cayó nuevamente en el mundo delictivo por la falta de recursos económicos, a los 23 años recibió una señal divina que cambió su vida para siempre.

Pastor Héctor Iván Patiño.

Desde entonces, ha dedicado su vida a predicar el evangelio y a llevar esperanza a quienes más lo necesitan. Hoy, es padre de cuatro hijos y pastor de la Comunidad Integral Casa de Dios, con sede en Turbaco, corregimiento cercano a Cartagena. Su congregación cuenta con 200 miembros activos y beneficia a más de 280 familias.

Pastor Héctor Iván Patiño.

Uno de los mayores logros del pastor Patiño ha sido su labor social en el barrio Nelson Mandela, una comunidad de invasión en Cartagena donde predominan el sicariato y la prostitución juvenil. A través de una visión enfocada en el cambio de actitud y la formación integral, ha logrado guiar a muchos jóvenes hacia un futuro profesional. Varios de ellos hoy ejercen carreras que los alejan del ciclo de violencia.

Grupos musicales que promueven el folclor nacional y la música cristiana.

Actualmente lidera dos fundaciones culturales y sociales: ZAFNAT-PANEA y Sueños de Libertad, enfocadas en el desarrollo humano y espiritual. Los servicios que ofrece incluyen:

Formación educativa y cultural para niños.
Talleres escolares basados en valores cristianos.
Grupos musicales que promueven el folclor nacional y la música cristiana.
Apoyo a la salud mental.
Programas de orientación vocacional y conexión con oportunidades laborales.

Formación educativa y cultural para niños.

Sin embargo, la labor no ha estado exenta de desafíos. La cultura de victimización, la violencia y la reincidencia entre jóvenes son obstáculos constantes. Además, la falta de recursos económicos limita el alcance de estos programas. A pesar de ello, la comunidad cuenta hoy con un salón de formación, oficinas administrativas y un templo cristiano. Entre los proyectos a futuro se encuentran la creación de un orfanato, un colegio cristiano y viviendas de interés social.

Pastor Héctor Iván Patiño.

Mensaje del pastor Patiño a la comunidad:
«Solo el amor de Dios puede cambiar una sociedad. Nuestra juventud necesita esperanza, identidad y propósito. Trabajemos juntos para sembrar en ellos la fe que transforma y construye.»

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