Arrestan y acusan de homicidio al esposo de una mujer de Wichita
El esposo de una mujer de Wichita fue arrestado y acusado por las autoridades de Minnesota por su presunta participación en su asesinato.
El 16 de agosto, Betty Bowman, una farmacéutica de 32 años que trabajaba en la Mayo Clinic, fue ingresada en un hospital de Rochester, Minnesota, debido a un grave malestar gastrointestinal y deshidratación, que parecía ser causado por una intoxicación alimentaria. Trágicamente, falleció el 20 de agosto.
El esposo de Betty, el Dr. Connor F. Bowman, quien anteriormente había sido residente en la Mayo Clinic, fue detenido el viernes 20 de octubre y acusado de asesinato en segundo grado con intención no premeditada en relación a la muerte de su esposa. Se le ha fijado una fianza de 5 millones de dólares sin condiciones.
De acuerdo con documentos judiciales presentados el lunes 23 de octubre en el condado de Olmsted, Minnesota, el médico forense alertó al Departamento de Policía de Rochester sobre la muerte sospechosa de Betty el 21 de agosto, lo que llevó a la detención de la cremación.
La denuncia señala que Connor Bowman era especialista en intoxicaciones en el Sistema de Salud de la Universidad de Kansas y respondía a llamados relacionados con venenos.
El comunicado de prensa del Sistema de Salud de la Universidad de Kansas confirmó que Connor Bowman había sido empleado en el Centro de Control de Envenenamientos durante seis años.
Según los documentos judiciales, el sistema de salud proporcionó a las autoridades un historial de búsqueda en Internet de la computadora de Connor, donde se descubrió que había investigado sobre la colchicina, un medicamento utilizado para tratar la gota. El 11 de agosto, Bowman buscó en sitios web información sobre la colchicina líquida, incluyendo sitios para comprar el medicamento.
El 16 de agosto, se analizaron muestras de sangre de Betty y se encontró colchicina. El médico forense determinó que la causa de su muerte fueron los efectos tóxicos de la colchicina y que se trataba de un homicidio.
El médico forense reveló que Connor quería que Betty fuera incinerada inmediatamente y trató de cancelar la autopsia alegando que su esposa no quería ser un cadáver. Durante los interrogatorios, los detectives descubrieron que Betty estaba sana y que Connor recibiría $500,000 en seguro de vida debido a su muerte.