Mujeres nicaragüenses liberadas reciben premio por activismo durante evento en Washington
El homenaje ocurre en el marco del Mes de la Mujer y del décimo aniversario de Instituto Global de la Mujer de George Washington University, donde se realizó la ceremonia.
WASHINGTON — A un mes de su liberación, un grupo de nueve ex presas políticas nicaragüenses se dieron cita este jueves en la capital de Estados Unidos para recibir el premio “Champions for Justice” del Instituto Global de la Mujer (GWI, por sus siglas en inglés) de George Washington University, con el que homenajearon su activismo y trabajo social.
Este grupo asistió en representación de las 33 mujeres que fueron liberadas por el gobierno de Nicaragua el pasado 9 de febrero junto a 189 hombres, y que fueron expatriados y enviados a Washington D.C.
El premio se entregó por primera vez como parte de la celebración del décimo aniversario de GWI y la conmemoración del Mes Internacional de la Mujer.
“Es un honor en el nombre de las 33 defensoras nicaragüenses que fuimos secuestradas y permanecíamos en diferentes cárceles por levantar la voz en favor de los derechos humanos, los ancianos, jóvenes y en especial de las mujeres de Nicaragua”, dijo Maria Esperanza Sánchez, activista de derechos humanos.
Sánchez, quien subió al escenario para agradecer en nombre de las demás mujeres, contó que fue encarcelada el 26 de enero de 2020 y recluida en la prisión La Esperanza por sus manifestaciones contra la violencia de la mujer.
“Como mujer estoy consciente de nuestro propio derecho de libre expresión, derecho a la vida, al trabajo y a la libertad. Quiero resaltar con orgullo la destacada participación de las mujeres en todos los sectores sociales, ideología de distintas generaciones. Esto generó un ensañamiento contra las mujeres, como lo sufrimos nosotras”, agregó. “En Nicaragua las mujeres siguen siendo víctimas de femicidio y víctimas de un Estado que no protege los derechos humanos. Nuestro compromiso es no abandonar a nuestro pueblo”.
18 de las 33 mujeres homenajeadas pasaron más de un año en prisión, la mayoría en aislamiento o en confinamiento solitario por su activismo y oposición, detalló Mary Ellsberg, directora y fundadora del GWI. Estas mujeres cuentan haber sido privadas de comunicación con sus hijos y familiares durante su tiempo en prisión.
“Estamos listos para regocijarnos por su liberación al mismo tiempo que reconocemos que el viaje hacia la curación se habrá ido hace mucho tiempo en ese viaje y estamos orgullosos de su trabajo como campeones de la justicia”, agregó Ellsberg.
Támara Dávila, socióloga, feminista y activista política, también subió al escenario para expresar su gratitud por el homenaje y resaltó la importancia de que se otorgue en el marco del Día Internacional de la Mujer. “En mi país, desde hace ya más de nueve años, es inimaginable que las mujeres salgamos a la calle en estas fechas y desde el 2018 imposible poder tener una reunión como ésta. Cualquier mujer organizada en Nicaragua es susceptible de ser perseguida o criminales a ellas y también sus familias”, apuntó.
En entrevista con la VOA, Dávila agregó que además de las inequidades que enfrentan “todas las mujeres en el mundo”, en Nicaragua, además, deben “vivir bajo represión por organizarte, por pertenecer a agrupaciones u organizaciones o movimiento de mujeres”.
“Es una situación muy difícil, pero como hemos dicho todas las mujeres dentro y fuera del país, con motivo del 8 de marzo seguimos y vamos a seguir comprometidas con la lucha por la igualdad, con la lucha contra la violencia de cualquier índole y comprometidas con un mundo, y en mi caso con una Nicaragua más justa más libre y más democrática”, agregó.
El reencuentro de estas mujeres fue un momento de “dicha”, dijo a VOA Karla Escobar, quien estuvo casi tres años en prisión. “No tengo palabras para la felicidad que tenemos”, agregó.
Escobar, quien entre las mujeres acumula uno de los mayores tiempos privada de la libertad, detalló que vivió “bastante violencia psicológica no solo de las autoridades sino de las presas comunes” en la Cárcel Modelo de Tipitapa.
En libertad, asegura considerarse un ejemplo a seguir para lograr “incentivar a la fente de Nicaragua. Que vean que no están solos. Seguimos aquí por ellos, no solamente por una de las mujeres que quedó allá sino por todos los varones”.
La boliviana Brisa de Angulo, directora de la organización Breeze of Hope, también fue galardonada con el premio “Champions for Justice” por su trabajo con niñas víctimas de violencia sexual en su país.
Fuente: Vozdeamerica.com